Hoy me declaro culpable.
Lo permití, lo hice, o no lo hice...
sea lo que sea que haya pasado,
sea en lo que sea que me haya equivocado...
Me declaro responsable.
Admito que no soy quién siempre quise ser,
que nunca seré lo que quisiste ver,
acepto mi culpa en todo esto.
Lo siento... ni yo misma me lo perdono:
Sé que nunca tuve que haber pensado así,
y que jamás imaginé que estuvieras junto a mí...
simplemente, he cometido el crímen del abandono.
que nunca seré lo que quisiste ver,
acepto mi culpa en todo esto.
Lo siento... ni yo misma me lo perdono:
Sé que nunca tuve que haber pensado así,
y que jamás imaginé que estuvieras junto a mí...
simplemente, he cometido el crímen del abandono.
Abandoné... los sueños que una vez tuve,
el amor que una vez dí,
la esperanza que una vez me dieron,
los besos que una vez transmití,
la verdad que conocía,
la mentira que me dabas,
las largas noches de sueño,
el carisma que albergaba.
Dejé perdidos mis zapatos en un mundo vacío...
Ahora... encontré algo... ¿Qué será?
Un hermoso cubo negro... ¿Qué contendrá?
Mientras lo abro pienso... si... es cierto... dejé aquel mundo frío...
¿Mereceré este regalo vacío?