Sunday, October 18, 2015

Decido



Decido conversarle al viento sobre ti, sentir que la brisa me responde con tu nombre. 
Decido ver tus ojos y llenarme el alma, escuchar tu risa a lo lejos y llenarme por dentro.
Y es que lo que has hecho en mí no tiene nombre, tiene aura y miel
tiene calidez, me restaura, me hace desear tu piel.

Sartre, siendo el Nostradamus de mi mente, pudo predecir lo que años más tarde siento:
el amarte de una forma que no entiendo,
el amarte poniendo atención a las cosas externas, mientras que en la calidez de tu almohada
sólo te amo, sólo te siento.

Y es por eso que decido que quiero:
quiero ver tus ojos llenos de amor,
como cuando lo viste a él mientras se imprimía su fotografía en tu mente.
Quiero escuchar tu risa siempre,
aunque esto signifique escucharla a lo lejos, o susurrándome al oído mientras me abrazas.
Eso me hace feliz, y a la vez impaciente:
el escucharte hablar y desear ir a besarte la frente.

Quiero también volver a sentir tus abrazos cargados de sentimientos
en nuestros saludos por las mañanas.
Quiero tener momentos en Toulouse, 
donde simplemente te ame sin prestar atención a lo que siempre nos ocupa,
ojos y voces que rodean nuestra presencia.

Te lo he dicho, se me eriza la piel de pensar en vos,
y es por eso que te amo, luego te lo digo, luego te lo escribo.
Es por eso que decido que quiero estar presente, 
quiero darte mi subconsciente
quiero compartir contigo la vida,
quiero seguir haciéndote llorar de alegría.