Imperfecta perfección
en los hilos negros de tu alma;
que llevan,
en el vuelo incierto de tu pelo,
el ocaso escondido
en cada curva de tu piel.
Exquisita conexión
de adversos sentidos de la imaginación;
que surgen
en mares que ahogan su alma en tus labios,
y que, en versos,
provocan mi pasión.
Y cuando observo
los trazos detallados del poema de tu cuerpo;
descubro,
que mis ojos no son capaces de recibir
todos los impulsos que irradia
el color pálido de tu piel.
Y entonces sé,
que en cada que te hago mía
hago poesía con tu miel.