En esto se resume mi vida. Siempre queriendo querer... Siempre deseando que se ilumine mi sentido con eso que he esperado siempre. Pero no, parece que desapareció desde que mataron a golpes la pasión que una vez tuve.
Y es que... Parece que no he vuelto a sentir ese amor desde adentro. Ese que hace que con sólo que te respiren el aliento se te erice la piel. Ése que hace que con la yema de los dedos que rosa tu pecho se te salga esa sensación de abandono total a la lujuria. Se lo llevaron de mí, me asesinaron. Ando inerte, ando reacia a creer que regresará lo que una vez sentí.
Y vuelvo siempre al principio, siempre quiero querer... Podría enumerar las veces que he querido querer sin éxito. Así de simple... No he vuelto a sentir que amo, no he vuelto a sentir que necesito de alguien que me consuele, no he necesitado de un amigo que me escuche. Así, sin más que mi imagen en el espejo, divago por este mundo que sólo neblina me presenta, tanto que ya ni siquiera puedo ver mis pies; mucho menos mi camino.
No veo nada más que... el miedo. El miedo que se siente al no sentir nada.